Los cambios en el tablero político español están sacudiendo el escenario actual, y parece que las piezas están comenzando a moverse hacia posiciones inesperadas.
Recientemente, el panorama político en España ha visto una serie de cambios, sobre todo cuando hablamos de las uniones o desuniones entre diferentes partidos. Al parecer, Juan José Imbroda, quien es presidente de Melilla y referente en el Partido Popular (PP) en esa región, se mostró bastante satisfecho porque Vox decidió abandonar las coaliciones que mantenía con ellos en ciertas comunidades autónomas. Imbroda piensa que esta movida de Vox podría significar un beneficio para el PP, dándoles la posibilidad de conseguir unas mayorías absolutes cuando sean las próximas elecciones.
Cuando los periodistas preguntaron a Imbroda, él no tuvo pelos en la lengua. Dijo que Vox, que tiene como líder a Santiago Abascal, es como que no sabe para dónde va y hasta insinuó que su camino favorecía al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y a su líder, Pedro Sánchez. Según lo ve Imbroda, Vox era como el argumento político de Sánchez, pero que eso ya no tiene fundamento porque Vox decidió dejar las coaliciones.
¿Qué pasa con Vox y sus coaliciones?
La decisión de Vox de irse de algunos gobiernos donde estaba junto al PP aparece entre desacuerdos en varios temas, uno bastante pesado es sobre cómo manejar la situación de los niños que llegan solos a España. Imbroda aplaude lo que ha hecho su partido y le da una palmada en la espalda a Alberto Núñez Feijóo, que aparte de líder del PP también es presidente de Galicia, y a otros presidentes autonómicos del PP que han sabido manejar las cosas con Vox. Vox yendo por su lado puede cambiar el juego para las futuras elecciones.
En este lío político, la situación de Melilla es única porque ahí el PP ya tiene mayoría y Vox casi ni se ve en la asamblea local. Imbroda habla mucho de que las regiones de España tienen que apoyarse entre sí, más cuando hay que lidiar con cuestiones de inmigración, que es un problema muy real, sobre todo en Melilla por estar donde está.
¿Qué piensa hacer el PP ahora?
Imbroda tiene una visión bastante buena sobre el futuro del PP, o sea sin tener que depender de Vox para gobernar. Piensa que pueden fortalecerse y ganar elecciones sin tener que hacer acuerdos con otros. Esto podría cambiar mucho cómo se ve la política en España.
Imbroda no deja de lado la inmigración y la ayuda entre las comunidades. Habla de los centros para menores que a veces están más que llenos y dice que es algo bien complicado que necesita de trabajar juntos. Para él, lo de Vox puede ser como empezar de nuevo y que el PP busque cómo ponerse más fuerte en la política de España.
Todos sabemos que la política es como un río que siempre está moviéndose. Lo que hoy parece firme, mañana puede no serlo, y eso es lo bonito y complicado de la democracia. Las voces de muchos buscando cómo hacer las cosas mejor, aunque no todos piensen igual.
Y ahora, nos gustaría saber qué piensas tú. ¿Qué sientes sobre todo este lío de coaliciones y estrategias políticas? ¿Crees que el PP tendrá la chance de crecer más ahora que Vox se ha ido por su lado?
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” – Groucho Marx. Esta cita podría encapsular la visión del presidente de Melilla, Juan José Imbroda, frente a la reciente escisión de Vox de los gobiernos de coalición con el PP. Imbroda celebra lo que para muchos podría parecer una fractura política, pero que él interpreta como una liberación y una oportunidad para que el PP alcance mayorías absolutas sin compromisos incómodos. ¿Será acaso que el PP ha encontrado en la salida de Vox el remedio para fortalecer su posición política, o es solo un diagnóstico errado que el tiempo pondrá en su lugar? Lo cierto es que la política, en ocasiones, se mueve más por estrategias de poder que por la solidaridad y el bienestar común, y en este juego de ajedrez, cada movimiento es un paso hacia la victoria o el precipicio. La partida está en juego y Melilla se convierte en un microcosmos de la política nacional española, donde cada actor busca su momento de gloria, incluso si eso significa decir “adiós” a un antiguo aliado.