¿Sabías que la ropa que llevas puede ser mucho más que un simple atuendo? ¡Incluso puede ser una poderosa herramienta política! Sí, aunque parezca algo solo superficial, ahora parece que los políticos también lo usan de manera estratégica. Una política, que no dijo su apellido pero que Fiona mencionó, se quejó de que lo que lleva puesto suele ser más importante que su trabajo.
Parece que hasta la Reina Letizia de España sufre de esto, con sus outfits quitando protagonismo a sus eventos oficiales. Y no es algo nuevo que las mujeres en la política tengan esa presión extra sobre su apariencia.
La Estrategia de Moda en la Política
Una que sí supo sacar provecho a eso fue, al parecer, Andrea Levy, que no solo quería llamar la atención, sino enseñarle a la gente el valor cultural de la moda de Madrid y de toda España. Ella quería que la moda fuera más que comercio, que se viera como Cultura con mayúscula.
Se dice que cambió su look a propósito para que todos hablaran de la moda española. Y aunque al principio le dieron críticas, parece que con el tiempo la gente empezó a verlo con buenos ojos. Ahora hasta la reconocen por apoyar a los diseñadores españoles, como hace Yolanda Díaz, la vicepresidenta del gobierno.
Reivindicación de la Moda Española
Esta táctica de usar la moda para posicionar a España cultural y políticamente fue como una especie de pionera. Hizo que se valorara más lo que hace la moda en España, se fijaron en la calidad de los diseñadores y se animó a la gente a sentirse orgullosos de lo que hacemos aquí, no solo en lo que viene de fuera.
Eso sí, hay que tomarlo con cautela. Siempre hay que chequear bien estas cosas porque al final son estrategias y opiniones que tienen como objetivo darle más mérito a lo nacional.
Es súper importante que hablemos de cómo la moda puede impactar en la política y en cómo se ven las mujeres que están en esa esfera. Como sociedad, tenemos que aprender a valorar el trabajo de ellas sin quitarles mérito por cómo se visten. La moda es cultura y si la usamos bien, puede dejar en alto a todo un país.
“La moda es el mejor embajador de la cultura de un país”, una máxima que parece haber guiado a figuras como Fiona Levy en su estrategia para realzar la moda española. Es paradójico que, en un mundo donde la apariencia a menudo eclipsa la sustancia, Levy haya utilizado precisamente su estilismo como una herramienta política para promover el sector textil de España. Su perspicacia al reconocer que la moda puede y debe ser parte de la cultura de una nación, y no solo una nota al pie en las páginas de economía, es digna de aplauso. En una época donde la imagen de una mujer pública es escrutada hasta el más mínimo detalle, Levy ha sabido convertir lo que podría ser visto como una debilidad en una fortaleza, destacando la calidad y el diseño español en cada uno de sus atuendos. Al hacerlo, ha contribuido a un cambio en la percepción de la moda española, que ahora se ve como un referente de credibilidad y estilo a nivel internacional. Como dijo Giorgio Armani: “Elegancia no significa ser notado, sino ser recordado”. Levy, con su audacia y visión, no solo ha sido notada, sino que sin duda será recordada por su contribución a elevar la moda española a la categoría de arte y cultura.